El exceso de insulina.
Hoy en día vivimos en una época de sobrealimentación y de producción de exceso de insulina, también llamada “hiperinsulinemia”, por eso es crucial tener en cuenta el concepto de que el cuerpo funciona de forma mucho más eficaz cuando tiene hambre, hace ayuno o sigue una alimentación alternativa.
La división celular acelerada.
Cuando disfrutamos de una abundancia calórica constante, no sólo engordamos, algo más que probable, sino que además nuestro cuerpo acelera la división celular en vez de ser ahorrativo y eficiente con las células que tenemos.
La división celular acelerada es estupenda para los bebés que intentan triplicar su peso en un año, para los adolescentes que tratan de alcanzar su estatura máxima o los culturistas que quieren conseguir unos enormes bíceps. Para el resto, la división celular acelerada es la base de un envejecimiento veloz.
Incluso las personas con una genética agradecida, que carecen de predisposición a acumular un exceso de grasa corporal, es probable que sufran desajustes en su interior si tienen una dependencia de los carbohidratos.
Señales y marcadores.
Aunque seas delgado y comas como un “dinosaurio”, en un análisis de sangre se pueden encontrar señales de alteración de la función metabólica y riesgo elevado de padecer enfermedades, como la relación de triglicéridos y de colesterol (1:1 es lo óptimo; por encima de 3,5 a 1 es peligroso), los marcadores de inflamación como la proteína C reactiva y la Lp-PLA2 y los marcadores metabólicos, como los niveles de glucosa en ayunas y los niveles de insulina en ayunas.
En el mundo del deporte de resistencia es muy frecuente ver a deportistas de élite padecer trastornos y enfermedades del sistema cardiovascular, a pesar de ser unos portentos físicos. Estos son los estragos de la oxidación y la inflamación que conlleva entrenar y consumir carbohidratos de manera excesiva.
La clave: Reducir los carbohidratos, favorecer la autofagia.
La autofagia es el proceso natural de desintoxicación celular por medio del cual se recicla, repara o destruye material celular.
Además, nos permite detener trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes y protege el cerebro de enfermedades cognitivas.
En el rendimiento deportivo, se producen mejoras en fuerza, la potencia y resistencia.
La keto-adaptación no es un método rápido.
La transición de la dependencia de los hidratos de carbono a estar keto-adaptado no es un proceso rápido, puede llevar meses y meses (ese ha sido mi caso).
Todo depende del estado de salud y de forma de la que partas y de cómo realices la transición adoptando nuevos hábitos de vida y eliminando los hidratos…
En mi primera incursión fracasé estrepitosamente, traté de alejarme rápidamente de los hidratos, y realizaba ejercicio de manera constante, (soy un entrenador “activo” y en mis horas libres cumplo con mis planes de entrenamiento), eso provocó que me quedara sin energías cuando aún no era capaz de producir cuerpos cetónicos.
Además no aumenté de forma adecuada el consumo de agua, sodio y otros minerales y electrolitos importantes.
Esto derivó en problemas para estabilizar la energía, el estado anímico, la concentración y el apetito.
El primer paso.
Como primer paso para buscar la keto-adaptación deberás eliminar los alimentos que contengan cereales, azúcares y aceites vegetales refinados.
Sé que no es una tarea fácil, el hecho de haber seguido una dieta estándar (aunque no lo sepamos, americanizada desde la base), puede haber ocasionado un daño metabólico que se manifiesta en síntomas que muchas veces nos preguntamos por qué nos ocurren y no sabemos la respuesta:
- Dificultad de eliminar el exceso de grasa corporal incluso al reducir calorías;
- Síndrome del intestino permeable y/o enfermedades autoinmunes (que pueden achacarse sin duda al consumo de cereales);
- Alteraciones tiroideas o suprarrenales.
- Marcadores sanguíneos del síndrome metabólico (sobretodo los triglicéridos altos);
- Factores sanguíneos de riesgo de la diabetes o enfermedades cardiacas.
- En general con sensación de hambre, cambios de humor, fatiga o agotamiento demasiado a menudo en la vida cotidiana.
Estos alimentos constituyen casi los 2/3 de “nuestra dieta” y tienen un gran poder inflamatorio al estimular la insulina.
Requerirás compromiso y disciplina, pero no debe conllevarte ni lucha ni sufrimiento.
Durante tus primeros pasos céntrate en estas dos cosas:
- Eliminar los alimentos anteriormente citados.
- Llenar tu nevera de alimentos con un alto poder saciante y alto contenido en grasas y nutrientes. (En próximas entradas se presentarán listados de alimentos)
Para reducir los carbohidratos:
Toma tentempiés con un elevado aporte de nutrientes y grasa, poco a poco serás capaz de mantener a raya las hormonas que controlan el apetito y el metabolismo y no deberás preocuparte de tener antojos. Se que no es una tarea fácil, pero lo conseguirás.
En la próxima entrada, explicaré como combinar la dieta, con el ejercicio, el sueño y el control de estrés.
Hasta la próxima.
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