Lesiones deportivas: Síndrome de la cintilla iliotibial.

Si en la parte externa de la rodilla notas una banda fibrosa tensa acompañada de dolor, puedes estar ante el síndrome de la banda, o cintilla iliotibial.
Piensa en tus últimos entrenamientos de carrera:

  • Cambios de ritmo.
  • Circuitos de asfalto.
  • Terreno embarrado.
  • Pendientes pronunciadas.
  • O un incremento en la intensidad de carrera.


Si se ha dado alguna de estas situaciones, puede ser que el dolor se asocie a esta lesión y a la fricción entre la cintilla y los tejidos próximos a ella.

Origen.

En esa zona, entre el glúteo y la rodilla encontramos una capa de fibra que tiene una función de gran importancia para el corredor: tira de la rodilla y la endereza en la extensión de la pierna.
Es decir, garantiza la estabilidad del muslo y la cadera. Es la fascia lata, y su inflamación hace estragos, sobre todo cuando quieres correr rápido.
Se trata de una lesión más frecuente en el corredor de fondo y también entre los ciclistas.

Síntomas.


Como síntoma principal encontramos un dolor repentino o gradual en la parte externa de la rodilla al empezar a correr, que se agudiza si se trata de terrenos irregulares o cuestas. Al extender y flexionar la rodilla se nota un chasquido.

Revisión.

Es importante revisar aspectos biomecánicos y la técnica de carrera. Realiza ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de toda la cadena muscular.

Estadística.

El 13% de los corredores que sufre el síndrome de la cintilla iliotibial corre entre 30 y 60 km a la semana.

Prevención.

Si comienzas a notar molestias, hay algunos ajustes sencillos que puedes aplicar y que pasan por el descanso activo: sustituyendo la carrera por la marcha rápida.
Después de dos o tres días andando, comienza con CACOS.
Si el descanso activo se realiza con bicicleta, el sillín sitúalo más alto, de modo que permita mantener la pierna más estirada de tu posición normal y evitar flexiones mayores de 30º.
En el caso que la elección sea la natación, hay que olvidarse del estilo braza, pues la patada flexora de rodilla es perjudicial para esta lesión.
Es importante comenzar con los ejercicios de estiramiento desde el inicio: cuando se note una tensión excesiva y un chasquido en la parte externa del muslo o rodilla.
El ejercicio más habitual consiste en cruzar la pierna no afectada sobre la dañada, de pié e inclinarnos con las piernas estiradas y cruzadas.
Otra opción es estirar y cruzar la pierna afectada por detrás resbalando el pie hasta notar máxima tensión indolora, apoyando una mano sobre la pared y de lado a ésta.


Espero que haya sido de utilidad.
Hasta la próxima.
 

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